Por María Laura Carpineta, publicado por Télam.
Hace más de dos años, cuando era un famoso magnate inmobiliario que sólo se acercaba al mundo de la política a través de donaciones electorales, Donald Trump publicó un tuit contra Barack Obama que hoy lo atormenta: "¿Es posible enjuiciar políticamente a un presidente por grave incompetencia?".
Trump no había cumplido su primer mes en la Casa Blanca, cuando la palabra impeachment comenzó a multiplicarse en los medios dentro y fuera del país, hasta llegar a convertirse en un fantasma que ya ni oficialistas ni opositores pueden ignorar.
"Ningún presidente enfrentó alguna vez el nivel de falta de respeto con que se trata al presidente Trump (...) y ahora la élite liberal está pidiendo su impeachment...EN SU PRIMER MES", advirtió un Comité Nacional Republicano del Senado en un mail interno, filtrado por el portal de noticias politico.
Sin embargo, no todos coinciden en que Estados Unidos está viviendo un momento de crispación política inédito.
"Al igual que con Bill Clinton, hay personas que piden un impeachment desde el día uno de su gobierno. Hay personas que odian a Trump y ven en todo lo que hace una base para el impeachment. Clinton empezó de la misma manera", recordó en diálogo con Télam Michael Gerhardt, profesor de la Universidad de Carolina de Norte y autor del reconocido libro sobre el tema "El proceso federal de impeachment".
Para los detractores de Trump los motivos sobran: conflictos de intereses con sus empresas y las de su familia, su presunta relación oculta con Rusia y las sospechas de traición, o sus políticas abiertamente racistas, como la de vetar el ingreso de ciudadanos de países de mayoría musulmana.
Pese a las quejas y las denuncias del oficialismo, una de las primeras voces que rompió el tabú y llamó sin tapujos a un juicio político contra Trump fue nada menos que un republicano.
La semana pasada, un juez de Apelaciones de Ohio, jubilado y un declarado votante republicano, Mark Painter, escribió una columna de opinión en un diario de su ciudad, Cincinnati, para ofrecer sus servicios al congresista federal de su distrito para redactar y presentar un proyecto de ley que impulse formalmente un impeachment contra el flamante presidente.
"En ningún momento, excepto por nuestra era posfactual, un funcionario, mucho menos un presidente, podría salirse con la suya con cualquiera de las decenas de cosas increíblemente ilegales que ha hecho hasta ahora Trump. Debería abandonar el cargo de inmediato", escribió Painter en su columna.