Por Marcelo Zlotogwiazda, publicado por El Cronista.
La serie favorita de Mauricio Macri es Borgen, una producción de la televisión pública de Dinamarca. En el quinto capítulo de la primera temporada, la Primera Ministro de ese país, y protagonista central de la historia, promueve y logra, pese a la resistencia inicial del empresario más poderoso, que se apruebe una ley que obliga a las compañías privadas a integrar sus directorios con igual cantidad de hombres y mujeres.
Cuesta mucho imaginar a Macri impulsando en la Argentina semejante ley, lo mismo que a muchos de los actuales legisladores. De todas maneras al Presidente le gusta Borgen (término con el que se conoce al Palacio de Christiansborg, sede de los tres poderes del Estado danés) porque, dijo en un reportaje a Ari Paluch, "es un extraordinario calco de la realidad política". La prefiere a House of Cards, a la que consideró "divertida pero estúpida".
Si Macri quisiera profundizar en la realidad política de Escandinavia, una buena alternativa es la lectura de Viking Economics, un libro ameno que George Lakey acaba de publicar en Estados Unidos y Gran Bretaña. El autor, profesor de Cambio Social en el Swarthmore Collage de Filadelfia, sostiene que "la experiencia de sociedades igualitarias puede ser inspiradora, útil y aplicable".
El libro sobrevuela aspectos destacados de los casos de Dinamarca, Noruega, Suecia e Islandia, países que se ubican bien arriba en todo ránking que mide desarrollo, bienestar o felicidad. En el Informe sobre Felicidad Mundial 2016 elaborado por John Hellivell, Richard Layard y Jeffrey Sachs con el auspicio de Naciones Unidas, Dinamarca ocupa el primer lugar, Islandia el tercero, Noruega el cuarto y Suecia el décimo. En el último ránking por Indice de Desarrollo Humano que publicó el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo, Noruega está en primer puesto, Dinamarca en el cuarto, Suecia en el catorce e Islandia en el dieciséis. En el ránking de satisfacción de los miembros de la OECD, Noruega está a la cabeza, Dinamarca tercera, Islandia cuarta y Suecia décima.
La ficción de Borgen narrada al comienzo no está muy alejada de lo que sucede en la realidad en Noruega, que fue el primer país que estableció por ley que en los directorios empresarios debe haber un mínimo de 40% de mujeres. Noruega tuvo en 2005 un gabinete de ministros con mayoría de mujeres.
Otro de los ejemplos de avance social que cuenta el libro es el caso de Audun Lysbakken y Knut Storberget, que siendo respectivamente ministros de Equidad y de Justicia del gobierno noruego, en 2010 se tomaron cuatro y tres meses de licencia por paternidad. Durante su gestión, Storberget construyó la prisión más moderna de su país, con baños privados y televisión en cada celda. En ese país la tasa de reincidencia en los primeros dos años de cumplimiento de la condena carcelaria es del 20%. En Estados Unidos es el triple. En la Argentina, el ministro de Justicia bonaerense Gustavo Ferrari reconoció que "la cárcel es un intervalo entre dos delitos".