Por Ilan Brat para The Wall Street Journal.
MADRID—Repsol SA recibiría US$5.000 millones en bonos del gobierno argentino como compensación por la nacionalización de YPF SA el año pasado, indicaron personas con acceso a la propuesta que será sometida a la votación de la junta directiva de la petrolera española.
Los bonos denominados en dólares contarían con garantías y la empresa no tendría la obligación de reinvertir el dinero en Argentina ni restricciones para vender los bonos, agregaron las fuentes el martes. Los detalles sobre la tasa de interés y otros términos de la deuda aún no estaban claros.
La junta de Repsol probablemente aceptará la estructura básica del acuerdo en una reunión prevista para hoy puesto que cuenta con el respaldo implícito de los gobiernos de España y México, añadieron las fuentes. Un pacto pondría fin a un enfrentamiento de un año y medio entre España y Argentina en torno a la expropiación del 51% de YPF. La petrolera española actualmente mantiene una participación de 12% en YPF.
Un acuerdo sería una buena noticia para Repsol, conforme trata de expandirse fuera de sus principales áreas de producción en América Latina y el norte de África. También ayudaría a restablecer la confianza en Argentina, un país que necesita inversiones de miles de millones de dólares para explotar sus reservas de hidrocarburos. Otro beneficio sería reparar las relaciones entre España y Argentina, que se tensaron como consecuencia de la nacionalización de Repsol.
El ministro español de Industria, Energía y Turismo, José Manuel Soria, entregó personalmente un borrador del pacto al gobierno mexicano el 15 de noviembre y al presidente ejecutivo de la estatal Petróleos Mexicanos (Pemex), que posee una participación de 9% en Repsol, indicó una fuente cercana. Soria acompañó a los máximos ejecutivos de Repsol a una reunión en Buenos Aires con el nuevo ministro de Economía de Argentina, Axel Kicillof, donde el plan logró el lunes un respaldo tentativo. Al encuentro también asistió el presidente del banco catalán CaixaBank SA, el principal accionista individual de Repsol con una participación de 12%.
Antonio Brufau, el presidente de la petrolera española, quien encabezó el año pasado los esfuerzos para combatir la nacionalización de YPF, estuvo ausente de la reunión del lunes. Una fuente cercana indicó que Brufau aprobó la propuesta, pero que sentía que la empresa lograría un mayor avance en las negociaciones si otros asistían en su lugar. Brufau y funcionarios del gobierno argentino se acusaron mutuamente de haber gestionado mal los recursos y de negociar de mala fe tras la expropiación.
Un tema que podría descarrilar el acuerdo es si la junta de Repsol no confía en las garantías ofrecidas por Argentina, apuntó una fuente. El martes, sin embargo, no estaba claro cuáles serían esas garantías. Repsol informó que la decisión se basará en lo que más le conviene a la compañía y sus accionistas.
Si Repsol ratifica el convenio, tanto la petrolera como Argentina retirarían todas sus demandas judiciales, indicaron ambas partes.
Los inversionistas acogieron con beneplácito la noticia de un acuerdo preliminar. Las acciones de Repsol subieron 4,3% en la Bolsa de Madrid para cerrar el martes en 19,24 euros (US$26,01). A su vez, los ADR de YPF se dispararon 10% en la Bolsa de Nueva York, donde alcanzaron US$29,37.
Algunos analistas advirtieron, sin embargo, que sin saber todas las condiciones del pacto, es difícil evaluarlo o predecir cuándo Repsol estará en condiciones de vender los bonos.
El pacto preliminar "es un paso en la dirección correcta, (pero) sentimos que Repsol podría todavía conseguir mejores condiciones para sus accionistas minoritarios", dijo Alejandro Demichelis, analista de Exane BNP Paribas.
La energética española rechazó en junio una propuesta que el gobierno argentino valoró en US$5.000 millones. La junta directiva de Respol señaló que la oferta, que incluía una participación en una empresa que tenía terrenos en unos importantes yacimientos de crudo y gas de YPF conocidos como Vaca Muerta, no valoraba adecuadamente los activos. Además, Repsol habría tenido la obligación de reinvertir unos US$1.500 millones de la compensación en Argentina.
Una fuente cercana dijo que Repsol reinvertirtía en Argentina o participaría en el desarrollo de Vaca Muerta. No estaba claro si Repsol mantendría su participación en YPF.
La española es una de las empresas de petróleo integradas de Europa más expuesta a áreas de exploración como Marruecos y Sierra Leona, según un reciente informe de Bernstein Research. Trabajar en esos países promete una producción más rentable, pero los riesgos son mayores. Asaltos armados, por ejemplo, han interrumpido la producción en Libia, lo que perjudicó los resultados de la empresa en el tercer trimestre.
En los últimos años, la empresa ha buscado equilibrar mejor la producción con el potencial de crecimiento, expandiéndose a países como Australia, Noruega y Estados Unidos, y ahora se dispone a gastar hasta US$10.000 millones en economías estables como EE.UU. o Canadá.
Por su parte, el gobierno de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner trata de normalizar sus relaciones con los acreedores internacionales en un momento en que el país afronta una escasez de divisa extranjera y sus opciones de financiamiento son limitadas. Algunos de los principales candidatos de la coalición izquierdista de Kirchner tuvieron un mal desempeño en las recientes elecciones, lo que ha generado esperanzas de que su gobierno sea reemplazado por uno más pro-empresa cuando expire su gestión en 2015.
Jorge Capitanich, jefe de gabinete de Kirchner, dijo el martes a periodistas que el propuesto acuerdo con Repsol podría ayudar a Argentina a atraer inversión en la exploración y producción de petróleo y gas.
—Juan Montes, en Ciudad de México, y Taos Turner y Ken Parks, en Buenos Aires, contribuyeron a este artículo. / Por Ilan Brat para The Wall Street Journal.