Un grave problema en los ultra-modernos
F-22 Raptor «ave rapaz», más precisamente en el sistema de oxigeno de la tripulación ha venido siendo reportado. Al menos 12 pilotos han reportado síntomas de hipoxia desde abril de 2008, y más misteriosamente, el personal de tierra que atiende los F-22, también han reportado síntomas similares a la hipoxia. Se señala que por lo menos uno de los pilotos podría haber muerto en relación con los problemas de oxígeno, aunque la Fuerza Aérea atribuye esa muerte a un error del piloto, según ha informado el blog
DANGER ROOM de la revista WIRED.
Se informa que los sistemas de oxígeno nuevos se someterán a pruebas de vuelo hasta noviembre, con el inicio de la instalación en diciembre y en enero de 2013, de proceder a un ritmo de diez aviones al mes. Además, la Fuerza Aérea deberá volar sus Raptors cerca de un "lugar de aterrizaje próximo", a fin de asegurarse que los pilotos puedan aterrizar rápidamente en el caso que sus sistemas de oxígeno "comiencen a fallar".
La Fuerza Aérea está trabajando con la Marina y la NASA para averiguar el defecto de "
ingeniería misteriosa" - cuyo origen el Pentágono todavía no sabe, y deben dar al Secretario de Defensa,
Leon Edward Panetta, informes mensuales sobre su progreso en el trabajo de investigación. Sin embargo, los F-22 siguen volando, por el momento, así como la búsqueda de la falla de ingeniería continúa. Un despliegue programado de los Raptors a una base aérea que los EE.UU. utiliza en los Emiratos Árabes Unidos, cerca de Irán, continuará como estaba previsto.
La Fuerza Aérea quiere que el F-22, uno de los aviones más avanzados jamás diseñados, sea una de las piezas centrales de su futuro. También es uno de los aviones más caros, con un costo entre los 137 y 678 millones de dólares por avión, dependiendo de su configuración. Es un avión de caza monoplaza y bimotor de quinta generación que usa tecnología furtiva. Diseñado principalmente como caza de superioridad aérea, también dispone de capacidades adicionales que le permiten realizar misiones que incluyen ataque a tierra, guerra electrónica, e inteligencia de señales.
Lockheed Martin Aeronautics es el contratista principal y el responsable de la mayor parte de la estructura, del sistema de armas y del ensamblaje final del F-22. El socio del programa es Boeing Integrated Defense Systems y proporciona las alas, la parte trasera del fuselaje, la integración de aviónica, y todos los sistemas de entrenamiento de los pilotos y del personal de mantenimiento.
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