Bueno, como les comenté antes, he estado una vez más en el Chaco Paraguayo, visitando la estancia de unos mucho más que buenos y querido amigos. El lugar está al sudeste de las colonias menonitas, cerca de Río Verde en el Departamento Boquerón, República del Paraguay. Aquí va una primera tanda de fotos y comentarios.
Foto: GPS compañero © Todos los derechos reservados
De partida, un detalle que alguna ves ya he destacado, pero como dice el dicho "lo que redunda, no sosobra", en general en todos los vehículos hay un instrumento más que muy útil, el ya compañero GPS. No sólo le informará donde está el viajero, sabiéndolo usar podrá realizar cálculos muy útiles al viaje, más si uno le va cargando permanentemente información que enriquezca su base de datos.
Foto: Yacaré © Todos los derechos reservados
Ya en la estancia, la primera mañana fue un tanto fresca, de salida a un recorrido, cruzamos un riacho, un momento antes lo divisamos, estaba tomando el sol mañanero, calentando su piel. Seguramente el agua estaba un tanto fría y por ello se ven en la necesidad de tomar sol.La foto la tomé desde lejos, ya que son muy ariscos, no les gustan la visitas. Haciendo clic sobre las imágenes pueden verlas en mayor tamaño, en mi álbum de Flickr. Foto: Riacho © Todos los derechos reservados
Otra toma del mismo riacho, con abundante población. Se aprecia claramente los piques de los peces que se desayunan a los insectos que se apoyan en la superficie. El riacho fue "sembrado" con tilapias, un pez que está abundando en la zona, se lo encuentra hasta en los tajamares (represas que colectan agua de lluvias). Se los junta con redes y se los arrojan a otros tajamares y riachos. Aparte de su consumo, dicen que bien preparados son muy ricos, estos peces son muy útiles dado que se comen a los camalotes dejando la superficie libre y limpia, parece que así los espejos son más útiles. Cabe destacar que también pasan a ser de la cadena alimenticia de otras especies, como las aves y el yacaré. Foto: Parque © Todos los derechos reservados
La verdad es que el lugar donde estábamos, al cual trato de venir cada año, es realmente un parque natural, del cual disfrutábamos. Todo lleno de tranquilidad. Hay momentos que puedes estar sólo con Dios, tu alma y el gran Chaco.Puede ser que tengas calor, te piquen los mosquitos, te encuentres con alguna de las más ponzoñosas y rastreras criaturas, pero la experiencia y la paz que se tiene, vale. Sin dudas siempre lo señalaré como un lugar especial. Foto: Visitantes © Todos los derechos reservados
Los de la partida, amigos, familia, sobrinos, aprovechábamos las tareas de la estancia para salir a recorrer el lugar. Algunos, los más jóvenes, se ponían manos a la obra y colaboraban con empeño en las tareas, otros acompañábamos y apoyamos de alguna manera el esfuerzo. Todos aportábamos al "clima" de la circunstancia, que a pesar del cansancio, siempre terminaba en medio de las risas por alguna "farreada" (una broma) hecha a algún sobrino. Los chicos se van formando en la cultura del trabajo y el esfuerzo. De chico nomas van aprendiendo que "al que quiere celeste, que le cueste".
Foto: Atardeceres © Todos los derechos reservados
Mucho se ha dicho y mucho se dirá sobre los atardeceres chaqueños, un escenario espectacular realmente. El sol, en su descenso va pintando todo con distintos tonos, primero baña todo de amarillo y a medida que se oculta, baña todo de un tinte rojizo. Cada atardecer, aunque parezca parecido al anterior, es distinto realmente. Cada atardecer se destaca por algo. Era el momento, luego de la tareas cotidianas, para sentarse con los amigos a tomar una fría y rica cerveza, viendo el día irse tranquilo y en paz. Una gracia de Tata Dios que sólo campo adentro se puede obtener, y me parece que sólo quienes la aprecien la reciben.
Hay algo más que contar y mostrar, más adelante pondré otros post. Esto de estar de vacaciones hace que uno esté más desconectado y mire más otras actividades, pero ya es hora también de ir recuperando el ritmo de la normalidad en algunos asuntos. Se estamos viendo (como dicen en el campo santiagueño), en seguidita nomas.