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miércoles, 14 de marzo de 2018

La desinformación es la clave

Cuando más "cosas" disfrazadas de noticias te lleguen, más desinformado estarás. Hay quienes están señalando que hay una guerra de información, y no sólo en las redes sociales, que difunden noticias falsas para explotar divisiones y generar antagonismo por diversos y oscuros propósitos. Es la guerra de desinformación en la “era de la Información”.

Fake news
FakeNews
"En Estados Unidos, por ejemplo, una investigación del Pew Centre reveló que el 62% de los estadounidenses adultos reciben noticias a través de las redes sociales, de manera que es cada vez más probable que más de nosotros estemos viendo -y creyendo- información que no sólo no es precisa sino que a veces es totalmente inventada" (BBC 11/2016). Algo similar está sucediendo en el resto del Mundo.

En las últimas guerras, desde finales del siglo XX han adquirido primacía la guerra de información y las operaciones psicológicas. Los analista y entendidos en la temática señalan que en la “era de la información”, lo que menos tiene el público es información real.

Lo que se conoce como "Operaciones de Información" (“Info Ops” en inglés) es una disciplina en evolución dentro del mundo militar. Surgió de conceptos tempranos tales como “Guerra de Mando y Control” y de “Guerra de la Información”. Iniciándose principalmente en los Estados Unidos, en la década de 1990, como resultado de las lecciones aprendidas en la Guerra del Golfo, del así llamado “Efecto CNN”, y de los enormes avances en la Tecnología de la Información.

Durante la crisis de Crimea y la guerra en el este de Ucrania, tanto Rusia como el gobierno de Ucrania y sus aliados occidentales, incluido EE UU, se involucraron en la desinformación, buscando desconcierto y divisiones en las áreas en conflicto y a la vez tratando de obtener una mirada favorable a sus acciones en el resto del Mundo, según la opinión de los expertos.

En éstos tiempos, el ejemplo que más en estudio está, es lo conocido como "russiagate", la "supuesta" injerencia rusa en las elecciones estadounidenses, donde las redes sociales, en especial Twitter, jugaron un papel de gran importancia.

No es desconocido que en muchos países, incluido el nuestro, se han desarrollado campañas para fomentar la desconfianza hacia los candidatos y el sistema político en general, especialmente contra el gobernante, y no faltó la respuesta en el sentido contrario. Es común ver provocaciones en las redes sociales, es sabido que hay operadores bajo identidades falsas que buscan sembrar confusión y discordia.

En pocas palabras, así como en ciberseguridad se señala que lo que te envía el mejor y más confiable amigo puede ser un gran problema para tu equipo, tus datos e información, la noticia que se colgó en tu red social favorita, puede estar cambiando tu visión de la realidad.

En Argentina, antes, durante y después de las últimas elecciones presidenciales, el nivel de los ataques y difamaciones que se alcanzó en las redes sociales y grupos de mensajería instantánea fue grosero en extremo. En especial en diciembre de 2017 se hizo más evidente durante un serio intento de impedir que el Congreso funcionara y se caiga la sesión especial para debatir la reforma jubilatoria.

miércoles, 21 de febrero de 2018

Facebook continúa recibiendo golpes #russiagate

Quién es Robert Mueller y por qué tiene atemorizado a Facebook.
Publicado por ClarínLa Vanguardia.

La investigación sobre las pasadas elecciones estadounidenses presentó una dura acusación en contra de la red social.

Robert S. Mueller es el encargado de investigar la trama rusa que se interpuso en las pasadas elecciones estadounidenses. La acusación describió cómo los agentes rusos robaron números de seguridad social, al igual que otros datos personales, y los utilizaron para crear cuentas bancarias para comprar publicidad online.

Facebook golpeado
Imagen: foto de la pantalla del website de Wired
Facebook descubrió unos tres mil anuncios vinculados a Rusia tanto en dicha plataforma como en Instagram que habían sido comprados antes y después de las elecciones de noviembre del 2016. Los mismos pueden haber sido vistos por hasta 150 millones de usuarios. Mueller acusa a la plataforma de haber servido como base para esta interferencia ya que, además, los agentes rusos crearon páginas falsas con nombre como United Muslims of America o Blacktivist que contaban con cientos de seguidores.

Facebook no es el único que teme a Robert Mueller, Trump también, ya que esta investigación puede sacar a la luz la relación entre Estados Unidos y Rusia y como éste último ayudó a que Donald Trump subiera al poder. La red social más importante de Internet, más allá de posicionarse en contra de la acusación de Mueller, se alegra por la misma.

Rob Goldman, vicepresidente de publicidad de Facebook, proclamó a través de su Twitter que “estaba muy emocionado de ver la acusación de Mueller” ya que “Facebook había compartido anuncios rusos con el congreso, con Mueller y con los ciudadanos estadounidenses”. Goldman explicó que “el objetivo de los rusos no era influir en las elecciones sino dividir a Estados Unidos utilizando a Facebook” y puntualizó: “Su táctica fue usar la libertad de expresión contra nosotros”.

Desde la red social de Mark Zuckerberg se declaran libre de responsabilidad argumentando que no son “legalmente responsables del material que aparece en la red social porque Facebook no es un editor”. Asimismo explicaron que el “resultado es que cualquiera que quiera difundir información falsa ya no estará sujeto a las leyes sobre difamación o publicidad falsa”.

Mueller explica que la plataforma fue utilizada como una herramienta para esta manipulación y, por tanto, tiene parte de culpa en lo que presuntamente ha sucedido. Por esta razón Katie Harbath, directora global de política y extensión de Facebook explicó la pasada semana que “la plataforma enviará postales a potenciales compradores de publicidad política para confirmar que residen en Estados Unidos, se utilizará el servicio de la Oficina de Correos”.

Si el destinatario es el interesado tendrá que ingresar un código en Facebook (el cual aparece en la postal) para continuar comprando la publicidad que quiera. El método tendrá como prioridad toda la publicidad que contenga nombres de candidatos y que estén o antes o después de las próximas elecciones.

Desde Facebook, y sobre todo tras la acusación de Mueller, quieren mostrar que su método es “un esfuerzo mucho más grande para poder abordar la influencia electoral extranjera de la plataforma”. Ahora mismo la prioridad de Facebook es verificar que las personas y los perfiles de esta red sean quienes dicen ser. / Publicado por Clarín / La Vanguardia.--

El crudo invierno de Facebook.
Por Leandro Zanoni, publicado por El Cronista.

Termina una semana para el olvido para Facebook. Hasta Jim Carrey se enojó. El actor dio de baja su perfil con más de 5 millones de personas y vendió sus acciones porque la red social se aprovechó de la interferencia rusaen las elecciones de EE.UU. "Y aún no están haciendo lo suficiente para pararlo", explicó en twitter. Unilever amenazó con quitar la inversión en publicidad de Facebook si la red social sigue difundiendo contenido tóxico esto es, noticias y cuentas falsas, mensajes de terroristas, contenido racista y sexista, etc. Malas noticias: un estudio de eMarketer asegura que la red social está perdiendo a los usuarios jóvenes a un ritmo más grande de lo esperado. Calculan que se irán este año unos 2 millones de usuarios menores a 24 años.

viernes, 16 de febrero de 2018

La conspiración para interferir en la elección estadounidense #russiagate

El departamento de Justicia de Estados Unidos acusa a 13 ciudadanos rusos de interferir en las elecciones de 2016.
Publicado por BBC Mundo.

Trece ciudadanos y tres compañías rusas fueron acusadas formalmente este viernes por el Departamento de Justicia de Estados Unidos de interferir en las elecciones presidenciales de 2016.

Se les acusa de "violar las leyes criminales para interferir en los comicios de EE.UU. y los procesos políticos", señaló la oficina del fiscal especial Robert Mueller, quien investiga la presunta interferencia rusa en la campaña.

Entre sus operaciones, figuran la comunicación de "información despectiva sobre Hillary Clinton, denigrar a otros candidatos como Ted Cruz y Marco Rubio, y apoyar a Bernie Sanders y al entonces candidato Donald Trump".

De entre los imputados, tres fueron acusados de conspiración para cometer fraude electrónico, mientras que cinco fueron acusados de robo de identidad.

Una de las tres empresas señaladas por las autoridades estadounidenses tiene sede en San Petersburgo, Rusia, y fue identificada como principal responsable de las operaciones que el departamento de Justicia califica de "guerra informática contra EE.UU. a través de identidades ficticias en redes sociales y otros medios de internet".

El documento judicial con las imputaciones sostiene que la preparación de sus actividades de interferencia comenzó en 2014, y que algunos de los acusados usaron sistemas informáticos en EE.UU. para ocultar el origen ruso de sus actividades.

"Los demandados, haciéndose pasar por individuos de EE.UU. y creando perfiles falsos en EE.UU., operaban páginas de redes sociales y grupos diseñados para atraer a audiencias estadounidenses", señala el documento hecho público este viernes.

El texto también apunta que los acusados "crearon y controlaron numerosas cuentas de Twitter diseñadas para aparentar que eran controladas por personas o grupos estadounidenses".

"Absurdo"

Tras conocerse la noticia, el fiscal general adjunto Rod Rosenstein dijo en conferencia de prensa que el documento señala que los acusados "conspiraron supuestamente para defraudar a EE.UU. al menoscabar las funciones legales de la comisión electoral federal".

Sin embargo, destacó que en el documento no se indica que algún estadounidense fuera "participante conocedor de esta actividad ilegal" ni que la intromisión afectara el resultado de las elecciones.

El gobierno ruso, por su parte, calificó la acusación de "absurda".

"¿Trece personas interfirieron en las elecciones estadounidenses?¿Trece contra los presupuestos de US$1.000 millones de los servicios de seguridad? ¿Contra el espionaje y el contraespionaje, contra los nuevos sistemas y tecnologías? ¿Absurdo? Sí", dijo la portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia, Maria Zakharova.

Uno de los ciudadanos rusos señalados en la acusación, Evgeny Prigozhin, negó por su parte haber participado en la manipulación de las elecciones.

"Los estadounidenses son personas muy impresionables, ven lo que quieren ver", dijo según publicó la agencia de noticias rusa Ria Novosti.

"Los respeto mucho. No me molesta aparecer en esta lista. Si quieren ver al diablo, que lo vean".
Investigación en curso

La portavoz de la Casa Blanca, Sarah Sanders, dijo que el presidente Donald Trump fue informado sobre las acusaciones en la mañana del viernes.

martes, 31 de octubre de 2017

Continúa la saga de la trama rusa #russiagate

La investigación de la trama rusa golpea de lleno al entorno de Trump.

Paul Manafort, exjefe de campaña, y un colaborador son los primeros imputados por una docena de delitos. Un exasesor confiesa haber mentido sobre sus contactos con Rusia.
Por Amanda Mars, publicado por EL PAÍS.

El presidente Donald Trump se reúne con el presidente ruso, Vladimir Putin, en la
Cumbre del G20, el viernes 7 de julio de 2017, en Hamburgo. (AP Photo / Evan Vucci)
Visto en DefenseNews
La investigación de la trama rusa, que busca esclarecer si hubo coordinación entre el equipo electoral de Donald Trump y Moscú para influir en las elecciones presidenciales, entró este lunes en el terreno de las acusaciones formales señalando a quien fuera uno de los hombres fuertes de Trump, Paul Manafort. El exdirector de campaña se entregó al FBI junto a un socio suyo, Rick Gates, para responder por una docena de delitos que incluyen la conspiración contra Estados Unidos (por ocultar sus actividades y sus ingresos) y el lavado de dinero. Ahora se encuentran bajo arresto domiciliario. Los cargos no se refieren a la campaña electoral, sino que se centran en la asesoría a un político ucraniano afín a Putin. En cambio, la confesión de otro asesor de Trump, George Papadopoulos, sí abona las sospechas de connivencia: admitió contactos con una persona cercana al Kremlin que le prometía trapos sucios sobre Hillary Clinton y se declaró culpable de haber mentido al respecto.

Un jurado indagatorio aprobó la acusación por los presuntos delitos contra Manafort y su socio el viernes, en el marco de la macroinvestigación que desde el pasado mes de mayo dirige un fiscal especial, Robert Mueller. Las pesquisas de Mueller no se centran en si Moscú quiso interferir en las elecciones estadounidenses —algo que las agencias de inteligencia de EE UU y el FBI ya dan por probado— ni en si esta presunta operación rusa tuvo algún efecto en los resultados electorales —materia de debate para politólogos y sociólogos—, sino si entre el Kremlin y la campaña de Trump hubo algún tipo de colaboración para favorecer la derrota de la demócrata Clinton.

Los contactos poco claros entre personas del círculo del hoy presidente de EE UU y funcionarios y otros personajes del entorno de Moscú han alimentado las sospechas y multiplicado las líneas de investigación, pero hasta este lunes no se había producido ninguna imputación formal.

Según el documento de la acusación, entre al menos 2006 y 2015, el abogado Manafort, un conocido lobista en Washington, estuvo actuando junto a su socio como agente del Gobierno de Ucrania y del partido de Victor Yanukovych sin haberlo registrado legalmente. Esta actividad, irregular, le generó decenas de millones de dólares que ocultó a las autoridades a través de un entramado de cuentas y sociedades. En concreto, más de 75 millones se desviaron a cuentas opacas en el extranjero y Manafort blanqueó hasta 18 para comprar una casa y otros bienes y servicios. Los presuntos delitos que se le achacan engloban la conspiración contra EE UU, falso testimonio, lavado de dinero, entre otros. Ambos se declararon no culpables en su comparecencia ante el juez esta tarde, pero quedan bajo arresto domiciliario. Las fianzas se han fijado en 12 millones para Manafort y cinco para Gates.

La actuación descrita comenzó una década antes de la campaña estadounidense y no está relacionada con la labor de asesoría de Manafort a Donald Trump, pero es un problema grave para el presidente, ya que sitúa a una pieza clave de su equipo electoral en el centro de múltiples delitos relacionados con una persona afín a Vladímir Putin, convirtiéndole en alguien vulnerable a presiones o chantajes. Las sospechas sobre sus vínculos con Moscú fueron precisamente lo que le llevó a renunciar a su cargo de jefe de campaña del republicano en agosto de 2016, tres meses antes de las elecciones.

Trump se revolvió este lunes contra la imputación a través de su cuenta de Twitter. “Perdón, pero esto fue hace años, antes de que Manafort formase parte de la campaña de Trump. ¿Por qué no están ‘Hillary la corrupta’ y los demócratas en el foco?”, escribió en un mensaje, para continuar con uno en el que reivindicaba “Además, ¡No hay conspiración [entre la campaña y Rusia]!”.

Pero lo amplio de los cargos apunta a que la investigación del fiscal especial Mueller va para largo y que las cosas se pueden complicar más para el presidente, no solo porque el problema de la sombra rusa sobre su presidencia se prolonga, sino porque puede dar lugar a otras acusaciones que sí le afecten de forma más directa.

"Tienen trapos sucios sobre Clinton"
Al tiempo que publicaba estas palabras, se conocía que otro asesor de Trump, George Papadopoulos, se había declarado culpable de mentir sobre los lazos de esa campaña con Rusia y haber entorpecido la investigación del FBI. "A través de sus falsas declaraciones y omisiones, el acusado Papadopoulos impidió la investigación en curso del FBI sobre la existencia de vínculos o coordinación entre individuos asociados con la campaña y los esfuerzos del gobierno ruso para interferir con las elecciones presidenciales de 2016", subrayó la inculpación firmada por Mueller.