Otra vez a las corridas

Hoy amanecimos medios asustados con los quejidos de mi Padre que señalaba fuertes dolores de pecho, algo parecido a lo que pasó el 29 de marzo. Rogando para que sólo sea un susto nos movilizamos todos en la casa, llamamos a la emergencia médica, y tratamos de calmarlo hasta que llegaran, que dicho sea de paso se demoró un poco más que veces anteriores por la gran cantidad de requerimientos que tienen en éstos días en la ciudad.

Los médicos del servicio de urgencia descartaron en primera instancia que sea un problema cardíaco, pero ante su edad y los dolores que tenía, recomendaron su internación. El servicio de urgencias se contactó inmediatamente con el sanatorio del barrio, donde tan bien lo trataron la vez anterior, y en primera instancia les informaron que no había camas disponibles, entonces comenzaron a llamar a otros sanatorios obteniendo la misma respuesta, todo cubierto.

En la búsqueda y luego de una nueva comunicación, surgió la posibilidad que se lo ingrese en el sanatorio del barrio. Lo ingresaron en terapia intensiva, y hace un par de horas pudimos ver que gracias a Dios mi Padre responde bien y sigue en la lucha con muy buen espíritu. Según lo que se nos ha informado, tuvo un problema a raíz de una broncoaspiración, suele doler y asustar mucho al afectado.

Y bueno, aquí estamos, a Dios agradeciendo que no fue algo mucho más grave, y rogando para que todo éste asunto concluya de la mejor manera posible en los próximos días.

Nuevamente quiero destacar y agradecer al personal del Sanatorio Alberdi, estamos muy bien impresionados por la atención de los médicos y enfermeras. Además, me sorprende la calidad de las instalaciones de la terapia intensiva, con toda esa aparatología realmente muy poco vista en el pago.