Ayer domingo, más de un vecino se despertó a eso de las 8:00 de la mañana con una chacarera que hacía vibrar los vidrios y algunos objetos livianos. Más de uno se asomó por puertas y ventanas para ver donde era el asunto mañanero.
Eran los changos de la muni que daban inicio a los festejos por un nuevo aniversario de la Subdirección de Tránsito y Transporte.
A eso de las 11:00, tal ves un ratito antes, los que estábamos en misa, en la parroquia del barrio, tres cuadras más allá, empezamos a sentir los fuegos de artificio y bombas de estruendo. Al parecer a esa hora había llegado el Intendente (que se postula para su reelección en las compulsas de Agosto). Luego nos enteramos que estuvieron presentes integrantes del gabinete ejecutivo y empleados e inspectores de la Subdirección, también en el festejo.
Ya cerca de las 13:00, el barullo se fue apagando y todos los vecinos volvimos a la normalidad, también los enfermos del Hospital Independencia, al frente, cruzando la Avenida Belgrano, del local de la dirección festejante. También los enfermos del Sanatorio privado a un poco más de media cuadra, hacia el otro lado.
Como cambias las cosas según pasa el tiempo. Pensar que cuando era chico más de una vez mis mayores me explicaron el porque de los carteles que decían "Silencio Hospital".
Eran los changos de la muni que daban inicio a los festejos por un nuevo aniversario de la Subdirección de Tránsito y Transporte.
A eso de las 11:00, tal ves un ratito antes, los que estábamos en misa, en la parroquia del barrio, tres cuadras más allá, empezamos a sentir los fuegos de artificio y bombas de estruendo. Al parecer a esa hora había llegado el Intendente (que se postula para su reelección en las compulsas de Agosto). Luego nos enteramos que estuvieron presentes integrantes del gabinete ejecutivo y empleados e inspectores de la Subdirección, también en el festejo.
Ya cerca de las 13:00, el barullo se fue apagando y todos los vecinos volvimos a la normalidad, también los enfermos del Hospital Independencia, al frente, cruzando la Avenida Belgrano, del local de la dirección festejante. También los enfermos del Sanatorio privado a un poco más de media cuadra, hacia el otro lado.
Como cambias las cosas según pasa el tiempo. Pensar que cuando era chico más de una vez mis mayores me explicaron el porque de los carteles que decían "Silencio Hospital".
Santiago, Madre de Ciudades, somos así, qué se le va a hacer. Espero que por lo menos algunos se hayan divertido.
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